Legalidad del espionaje telefónico en EE.UU.
Un juez federal de Nueva York ha declarado legal, en
sentencia del pasado 27 dediciembre,el programa de recolección de datos telefónicos de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA), amparándose en motivos de lucha contra el terrorismo.
El fallo contrasta con otro publicado el pasado 16 de diciembre en Washington, ante la denuncia interpuesta por el abogado y activista
Larry Klayman, en la que exigía que se eliminaran de la base de datos de la NSA toda la información referente a él y a uno de sus clientes; el juez Richard Leon la estimó considerando que las escuchas “orwelianas” a ciudadanos privados quebrantan su privacidad en un grado probablemente inconstitucional, al violar la prohibición de captación y búsqueda de información personal más allá de límites razonables, según dispone la
CuartaEnmienda de la Constitución estadounidense:
“El derecho de los habitantes de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, será inviolable, y no se expedirán al efecto mandamientos que no se apoyen en un motivo verosímil, estén corroborados mediante juramento o protesta y describan con particularidad el lugar que deba ser registrado y las personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas.”
Por el contrario, el juez William Pauley, ante la querella formulada por la
American Civil Liberties Union (ACLU), entiende que lo que en este caso se enjuicia es “determinar si el programa de recopilación de metadatos de la NSA es legal”, no pronunciarse «sobre el debate entre la protección de la nación y la preservación de las libertades civiles” que la “filtración no autorizada de las órdenes del Tribunal de Supervisión de Inteligencia Extranjera,” por parte de Edward Snowden ha provocado en EE.UU. “La pregunta sobre si este programa debería ser mantenido deben responderla las otras dos ramas del poder”.
Desde este enfoque sentencia que «no hay evidencia de que el gobierno haya utilizado la información telefónica recolectada con un propósito diferente del de investigar y frenar ataques terroristas», que prevalecería, en todo caso, sobre la libertad y privacidad de los ciudadanos, recordando en su resolución la evolución histórica de la normativa y jurisprudencia al respecto y. en especial, tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. Esto lleva a reconocer la existencia de una «tensión entre la protección del país y la preservación de las libertades civiles que supone la recolección de metadatos telefónicos».
Así el programa de la NSA pretende contrarrestar «la tecnología (que) permitió a Al Qaida operar de manera descentralizada y planear a distancia ataques terroristas internacionales»; «la recolección (de datos) es amplia, pero el alcance de las investigaciones de contraterrorismo no tiene precedentes. Las investigaciones sobre seguridad nacional son fundamentalmente diferentes de las investigaciones criminales. Son a futuro -centradas en prevenir ataques-, opuestas a la investigación retrospectiva de crímenes»; “no hay duda de que la recopilación masiva de metadatos recoge información de, prácticamente, todas y cada una de las llamadas que se realizan en o hacia EE UU. Y por eso se diseñó así, para permitir a la NSA detectar relaciones tan efímeras o atenuadas que, de otro modo, pasarían desapercibidas”,
Pese a todo lo anterior, el juez Pauley sostiene que la protección de la Cuarta Enmienda no se aplica a datos que son almacenados por terceros, como fue en este supuesto la compañía telefónica Verizon utilizada por la NSA para efectuar sus masivas investigaciones consideradas ahora como no delictivas.
La ACLU ha manifestado que apelaría la decisión, al «subestimar las implicaciones privadas de la vigilancia del gobierno» y «usar incorrectamente» cierta jurisprudencia para dejar de lado «protecciones constitucionales centrales».
Aún quedan pendientes de resolución otras denuncias presentadas a consecuencia de la publicación de las actividades de la NSA por Edward Snowden, por lo que parece que existen muchas posibilidades de que la cuestión termine resolviéndose en el Tribunal Supremo de EE.UU.Etiquetas:
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