Breve trayectoria histórica de la O.N.C.E.

Con motivo de la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (O.N.C.E.), a modo de pequeña contribución al reconocimiento de la labor social de esta entidad, única en el mundo, reproducimos una breve semblanza histórica de sus orígenes. Sus inicios   La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) es el fruto de la voluntad de los ciegos de nuestro país que en la década de los treinta del pasado siglo, militaban en diferentes asociaciones, fundamentalmente de Andalucía, Cataluña y Levante. De este esfuerzo nacía el 13 de diciembre de 1938 la ONCE. Una norma estatal le otorgaba la explotación del Cupón denominado “Pro-ciegos” para que sus afiliados pudieran ganarse la vida. Hasta entonces, la escasez y las estrecheces habitaban entre las personas ciegas y las asociaciones malvivían con la venta de rifas, muchas de ellas, ceñidas a barrios con el premio de un animal de corral. La Caridad, La Piedad o La Hispalense eran los nombres de algunas de las más destacadas. En mayo de 1939 se celebraba el primer sorteo de la ONCE. Durante muchos años, hasta el 31 de diciembre de 1983, los sorteos eran provinciales y los cupones constaban de tres cifras. En este tiempo, el máximo representante de la Organización era nombrado por el Gobierno y su denominación correspondía a la de jefe nacional.   Abanico laboral y penuria económica El Cupón dio trabajo desde el principio a la práctica totalidad de los ciegos, pero se quiso diversificar las posibilidades profesionales de los mismos. En la década de los cuarenta y cincuenta, existían algunos centros de trabajo al margen de la venta del Cupón como eran una fábrica de caramelos o talleres de artesanía. Pero fundamentalmente fue en los años sesenta, cuando se amplió el abanico con la creación de centros de formación y empleo como una Escuela de Telefonía, un Centro de Formación Profesional o la Escuela Universitaria de Fisioterapia, que a la postre, ha sido el logro más destacado pues desde entonces, sus alumnos consiguen trabajo con facilidad tanto en el sector público como en el privado. Paralelamente, se crearon centros educativos, servicios sociales de rehabilitación, bibliotecas braille y sonora, etc. Pero a medida que la ONCE crecía en su desarrollo su prácticamente única fuente de ingresos, el Cupón, comenzó a dar síntomas de agotamiento y sus sorteos fueron quedando desfasados y carentes de competitividad.   Democracia y modernización El 19 de enero de 1982, los afiliados de la Organización elegían por primera vez en votación directa y secreta a sus dirigentes, por lo que la ONCE se incorporaba al sistema democrático vigente en nuestro país desde el 15 de junio de 1977. Desde entonces, cada cuatro años como máximo, los afiliados eligen a sus dirigentes. A partir de su democratización se acometió una profunda modernización de la Entidad comenzada por el Cupón. El 2 de enero de 1984 se ponía en marcha una importante remodelación de este producto al pasar a ser un sorteo de ámbito nacional con cuatro cifras. Esta modificación tuvo resultados muy positivos y permitió a la Organización un importante respiro económico que posibilitaría, en los años venideros, acometer destacados proyectos sociales potenciados con posteriores remodelaciones y nuevos productos, como por ejemplo: el 4 de octubre de 1987 nacía el Cupón fin de semana (conocido como Cuponazo). El 23 de octubre de 2004 surgía el Combo (primer juego semiactivo de la ONCE). El más reciente, aparecía el 15 de mayo de 2006, el Rasca (primer juego instantáneo). A lo largo de las dos últimas décadas, se han creado y mejorado los servicios sociales para las personas ciegas y deficientes visuales: autonomía personal, atención educativa, cultura, empleo, deporte, tercera edad, actividades recreativas de ocio y tiempo libre, entre otros. Además, en 1988 se creaba la Fundación ONCE para la Cooperación e Integración Social de las Personas con Discapacidad plasmándose en la creación de miles de puestos de trabajo, además de acciones formativas y eliminación de barreras arquitectónicas; entre otras actuaciones. En 1993 nacía la Corporación Empresarial ONCE (CEOSA) que además de diversificar la actividad de la ONCE en sectores como el turístico o el de servicios, proporciona trabajo a centenares de personas con discapacidad. En 1998 surgía la Fundación ONCE para la Solidaridad con las personas ciegas de América Latina (FOAL) que, bajo la presidencia de honor de su Majestad, Don Juan Carlos I, realiza programas de educación, formación y creación de empleo en toda Latinoamérica. En 1999, la Reina Doña Sofía inauguraba las actuales instalaciones de la Escuela de Perros-guía que comenzara su actividad nueve años antes.   La era de las nuevas tecnologías   La llegada en los últimos años de las nuevas tecnologías no han sido ajenas a las personas ciegas y deficientes visuales, por el contrario, han supuesto un salto cuantitativo y cualitativo de primer orden para la autonomía de estas personas. Ordenadores, Internet, correo electrónico, escáner, teléfonos móviles, múltiples electrodomésticos, etc., reforzados con programas y aparatos específicos, hacen que los ciegos puedan, por ejemplo, navegar por el ciberespacio (lectura de periódicos, libros,…) y lograr un grado de independencia en su vida diaria y laboral impensable tan sólo hace unos lustros. Tras casi setenta años de existencia la ONCE ha pasado del terreno de la supervivencia a la práctica normalización. Esto se traduce en la prácticamente plena ocupación laboral de sus miembros y en una autonomía muy razonable, que dan como resultado la capacidad de afrontar la cotidianidad del día a día como cualquier otro ciudadano, algo absolutamente impensable cuando en los estertores de los años treinta nacía la Organización Nacional de Ciegos Españoles. ¿Milagro?… Trabajo, entrega, tesón; en definitiva, voluntad colectiva de estos hombres y mujeres por salir de la postración que la historia les había relegado y que la literatura, fundamentalmente, el universo galdosiano pertinazmente reflejó a pesar de la lucha de muchos inconformistas por superar su ancestral realidad.   Fuente: ONCE 7 Décadas de historia solidaria

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